Constantemente escuchamos y en calidad de docentes hacemos comentarios sobre el cambio de actitud de nuestros estudiantes en los últimos tiempos y en muchas de las ocasiones nos quejamos de la disciplina, la falta de interés que tienen en el aula, pero yo me he puesto a pensar ¿ No será acaso que los docentes estamos dejando de lado la creatividad para atraer la atención del grupo?
Es por ello que hoy me permito en compartir con ustedes una pequeña investigación y los consejos, pautas y orientaciones que algunos colegas nos dan para hacer nuestras clases dinámicas, interesantes y creativas.
Uno de los consejos es que no perdamos la flexibilidad del currículo, definitivamente la presión que tiene el docente por cumplir con los planes y programas en las fechas señaladas nos ha impedido que integremos en nuestras clases actividades que la hagan más dinámica pero si aplicamos la espontaneidad y el arte de reaccionar ante una situación del aula con prontitud ya estamos aplicando la creatividad.
La formación docente es muy importante pues nos permite un mejor desempeño, pero el compartir experiencias, conocimientos y trucos que aplican nuestros pares son aún más enriquecedores y certeros.
Actualmente confundimos que actualización es sinónimo de tecnología y muchos docentes que no manejamos la tecnología con facilidad o lo hacemos deficientemente nos sentimos frustrados, en tanto que quienes la manejan con profesionalismo pero ignoran como hacer que dicha presentación sea asimilada por el estudiante también sienten inconformidad .
Por ello es muy importante retomar los fundamentos filosóficos, sicológicos, axiológicos, tecnológicos y didácticos de los modelos pedagógicos actuales mismos que lleven a la comunidad educativa a alcanzar las metas planteadas en un marco dinámico y divertido.
Comparto el criterio de que "Es primordial que el
profesor conozca y comprenda las características y necesidades
educativas de sus alumnos, así como las suyas propias en su calidad de
docente y a partir de este conocimiento entender las debilidades y
fortalezas que en su quehacer diario tiene en el salón de clases, para,
de esta forma, poder partir al encuentro con el cambio que se requiere
en su función educadora".
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